jueves, 21 de enero de 2010

EL SILENCIO DE MI “MAL” - JOSE ANTONIO N. A.

Alguna vez alcance escuchar el encuentro de dos silencios, uno que despertó con un sonrisa y otro aquel que transmite en un abrazo lo indescriptible del afecto que nace entre dos miradas. Érase un cariño que cultivamos entre esos, nuestros silencios, silencios que no marcan tu ausencia ni desvanecen tu presencia, no distanciando nuestros corazones propios. Por el contrario, transmite sonriéndose la lectura del amor esperado, una historia y una alegría que ilumina lo soñado. Esa nuestra historia relatada entre silencios, por que lo que siento, es lo que brilla tras mis ojos rastreando el viento venida tu llegada, por que lo que siento, simplemente se encuentra más allá y fuera del tiempo. Por que un corazón que aprende a leer estrellas no carece de luz en su ceguera. Por que a diferencia del sol y la luna nuestro amalgamado corazón no se eclipsa por el gris de la melancolía o la nostálgica apatía de la decepciones, ni acaso con la agonía de una lagrima, por que cuando esta es expresión pura, es sinceridad más que lamento, y el silencio sencillamente, abraza para amar.
Tu lejanía es una ilusión que mis sentimientos han hecho imaginaria. Tú que eres mi simbólico corazón, marcas el latido de una encrucijada real aún cuando en el vacio se pueda estar. Tú que en un sueño escapaste del tiempo, creaste un camino circular por todos los días de mi vida. Nosotros que en nuestra felicidad hemos bendecido nuestra mil maneras de amar, jugueteamos con el espacio y el tiempo sonriendo desde lejos de la mano, levitando en lo celestial, eso eres tú, mi “mal”, la grafica de lo sublime en una caricia, la ternura y calidez bajo el teorema de un beso, el silencio que se refugia entre el atardecer y la noche. Tú que cercana o no a la mirada centellas tu presencia durante mi día por aquellos “recuerdos” pasados y presentes, esos nuestros mil momentos dentro de nuestra libre explicación del silencio, circunstancias que me llevaron del temor al amor, las que desnudan nuestras almas para amar, esas que interpretan nuestros silencios como loas al futuro, ulterior a la temporalidad y contigüo a tí…mi “mal”.

1 comentario:

noticias dijo...

guaaa!! me encanta el blog, siempre encuentro poemas preciosos